Si bien el berteroa incana no es dañino cuando lo consumen perros, gatos y otros animales pequeños, todas las partes de la planta tanto fresca como seca son altamente tóxicas cuando son ingeridas por caballos. Algunos caballos terminan consumiendo esta planta cuando buscan comida, pero la mayoría de los casos de intoxicación ocurren cuando el berteroa incana llega al heno que comen los caballos. Los síntomas de envenenamiento se desarrollan de 12 a 24 horas después de que la planta ha sido consumida y comienzan con piernas muy hinchadas, rigidez, laminitis y cojera. La planta también puede causar diarrea severa que, si se deja continuar, puede provocar deshidratación e incluso la muerte. Cualquier caballo con síntomas de una berteroa incana debe ser retirado de su pasto o heno de inmediato y debe ser examinado por un veterinario. Si el tratamiento se administra temprano, la mayoría de los caballos se recuperarán fácilmente. Se debe tener cuidado para garantizar que el heno que se alimente en el futuro no contenga un berteroa incana , y los pastos siempre deben cortarse o tratarse con un herbicida para evitar que la planta se propague.