Aberón es tóxico para gatos, perros y caballos. Las toxinas atacan en primer lugar las membranas mucosas de la boca del animal. El consumo de las bayas, el follaje o la corteza de aberón también causa efectos peligrosos en el sistema gastrointestinal del animal. La ingestión del aberón desencadena una diarrea extrema que puede provocar una deshidratación extrema. Las úlceras gástricas y los cambios degenerativos en el hígado también son consecuencias frecuentes. Aunque todas las partes de la planta son venenosas, la más peligrosa son las bayas rojas y naranjas de colores brillantes. Es por eso que el aberón podría no ser la mejor opción para un arbusto de jardín si usted es dueño de una mascota, ya que los casos de intoxicación más frecuentes provienen de mascotas curiosas que accidentalmente comen las atractivas bayas.