Lantana Horrida de Texas es tóxico para la mayoría de los mamíferos, especialmente para los caballos y el ganado. Las aves parecen inmunes a sus toxinas. Los principales compuestos tóxicos de lantana Horrida de Texas son los ácidos triterpénicos lantadeno A y lantadeno B. Estos compuestos interrumpen el funcionamiento de la vesícula biliar y el hígado. La ingestión de un 1% de la masa corporal de hojas y bayas puede causar problemas hepáticos. Los síntomas de intoxicación incluyen fotosensibilización, ictericia, enrojecimiento e inflamación de la piel no pigmentada, fotofobia, hocico inflamado, pérdida de apetito, anorexia, estreñimiento o diarrea severa y deshidratación. El resultado puede ser fatal en casos graves. Los animales que pastan tienen un riesgo especial de intoxicación, por lo que es necesario retirar estas plantas de los pastos y evitar que se propaguen más.