La maranta de la Oración no es resistente a la sequía y necesita un ambiente húmedo. En sus temporadas de crecimiento de primavera y verano, hay que regarla una vez al día. El sustrato debe regarse concienzudamente, y hay que drenar cualquier exceso de agua del fondo de la maceta. Se le puede rociar agua durante el día para aumentar la humedad del aire. Sin embargo, no deje que el agua entre en contacto directamente con las hojas, ya que esto tiende a causar quemaduras solares e infección por hongos de las hojas en verano. Reduzca el riego en invierno a solo una vez a la semana. Menos de media taza de agua es suficiente.
Hay que regar la planta cuando la superficie del sustrato en la maceta comienza a secarse. Riéguela por la mañana o por la noche con agua de lluvia o agua destilada en lugar de agua del grifo. El agua del grifo contiene una gran cantidad de calcio, magnesio y otras sales minerales. La exposición a largo plazo a estos minerales tiende a causar endurecimiento del sustrato, mala permeabilidad al aire, crecimiento deficiente y mal efecto decorativo. Además, recuerde que tanto la falta de agua como el riego excesivo pueden hacer que las hojas amarilleen y se caigan.