El mirto no requiere mucho cuidado, y esto incluye sus necesidades de riego. El riego excesivo puede dañar las raíces, así que evite regar su mirto cuando ha estado lloviendo y solo riegue una cantidad moderada cuando la tierra parezca seca . La falta de agua puede hacer que el mirto deje caer sus hojas, así que asegúrese de mantener la tierra húmeda. Su entorno determinará la frecuencia con la que su planta deberá regarse manualmente.
Hacia el final del otoño, reduzca el riego a medida que la temperatura comience a bajar. Es mirto no requiera mucho riego durante el período invernal, si es que lo necesita. Si vive en un clima con inviernos suaves, verifique regularmente el nivel de humedad del suelo, ya que aún será necesario regar en ausencia de lluvia.