Cómo cultivar y cuidar una Narcisos

El narciso de prado es una planta bulbosa que crece en pastos y brezales húmedos. Sus semillas se dispersan con la ayuda de hormigas. El nombre (Narciso de prado) de esta planta tiene origen en la mitología griega, donde el joven Narciso, enamorado de sí mismo, se cayó al agua y pereció. De ese mismo lugar brotó esta hermosa flor.

Una especie de gran atractivo ornamental, el narciso de manojo es también cultivado comercialmente para la extracción de sus aceites esenciales, usados en la industria de la perfumería. Esta planta es además una de las candidatas potenciales a ser la hasta ahora no identificada rosa de Sarón, del Cantar de los Cantares bíblico, tradicionalmente considerado obra del rey Salomón.

El narciso de olor crece en prados frescos y sombreados, cerca de cauces de ríos y en zonas de matorrales. Cada una de sus flores dura solo unos días. Tradicionalmente se ha usado para aromatizar armarios y estancias. El bulbo y las hojas son tóxicas.

Las bellas y fragantes flores del meados de zorra atraen a una gran cantidad de insectos como las abejas, polillas y mariquitas. En jardinería ornamental, se emplea para rellenar bordes y crear bellos macizos florales. También puede crecer en interiores. En Holanda, el cultivo de esta planta decorativa tiene una gran importancia económica.

Cultivado como ornamental en todo el mundo, el narciso de los poetas produce flores muy fragantes, que le han valido también el ser cultivado comercialmente para extraer su aceite esencial. Además, se trata de una planta tóxica. Es la flor que, según la leyenda griega, apareció tras la muerte del legendario Narciso por su gran belleza.