Mover a interiores
El primer y más importante paso para invernar Maracuyá es moverla a interiores. Elige un lugar bien iluminado, como una ventana que dé al sur, donde la planta pueda recibir al menos 5-6 horas de luz solar diaria. Si no hay suficiente luz natural disponible, considera usar luces de cultivo como complemento.
Técnicas de poda
Podar tu Maracuyá antes de llevarla adentro puede ayudar a manejar su tamaño y fomentar un crecimiento más saludable. Elimina cualquier enredadera muerta, dañada o enferma y recorta los brotes excesivamente largos. Esto no solo hará que la planta sea más manejable, sino que también estimulará un nuevo crecimiento cuando la planta continúe su crecimiento activo en primavera.
Establecer condiciones interiores
Establece las condiciones interiores adecuadas para imitar el entorno natural de la planta. Apunta a una temperatura ambiente entre 18-24°C (65-75°F). Asegura una buena circulación de aire colocando un ventilador cercano, pero evita corrientes directas sobre la planta. Mantén la planta alejada de los conductos de calefacción que podrían secar el follaje.
Control de riego y humedad
Las necesidades de riego disminuirán durante los meses de invierno. Riega la planta con moderación, permitiendo que los 2-3 centímetros superiores (1 pulgada) de tierra se sequen entre riegos. Mantener la humedad también es crucial. Usar una bandeja de humedad o un humidificador de habitación puede ayudar a mantener el aire húmedo. Apunta a un nivel de humedad de alrededor del 50-60%.
Monitoreo y mantenimiento
Revisa regularmente tu Maracuyá en busca de signos de plagas o enfermedades. Los problemas comunes incluyen ácaros y cochinillas, que pueden prosperar en condiciones interiores secas. Si notas algún problema, trátalo de inmediato con un pesticida orgánico adecuado o un jabón insecticida. Además, rota ocasionalmente la planta para asegurar un crecimiento uniforme y exposición a la luz solar en todos los lados.