

Cómo identificar Brezo de Invierno (Erica carnea)
Brezo de Invierno , también conocida como Brezo Vizcaíno, Brezo, Brezo de Primavera
Brezo de Invierno se presenta como un arbusto perenne resistente, distinguido por sus hojas lineales y aciculares que se agrupan en verticilos de 3 o 4, colocadas perpendicularmente al tallo. Este arbusto ostenta pequeñas flores en forma de campana que se encuentran en las axilas de las hojas; una característica notable es la antera que sobresale de la flor. La configuración de las hojas alrededor del tallo es un rasgo distintivo que ayuda en la identificación de esta especie particular.
Verticilos de 3-4 hojas aciculares
Flores en forma de campana con anteras sobresalientes
Flores carnosas en racimos unilaterales
Cápsula dehiscente y multinuclear
Hojas lineales con puntas broncíneas
Brezo de Invierno posee hojas aciculares de color verde medio con puntas distintivas de bronce, que miden aproximadamente 6 mm de longitud. Están dispuestas en verticilos de 3 o 4 alrededor del tallo, posicionadas en ángulo recto con él. Estas hojas simples y lineales están espaciadas uniformemente, proporcionando una apariencia texturizada crucial para la identificación. La poda debe realizarse inmediatamente después de la floración para mantener un follaje saludable.
Las flores de brezo de Invierno son vistosas y carnosas, varían desde el blanco hasta el rosa y el rojo. Tienen forma de campana o urna, y miden alrededor de 6 mm de largo. Las flores están dispuestas en racimos unilaterales de hasta 8 cm de largo. Las anteras sobresalen de la corola. Estas flores, que aparecen en brotes laterales cortos, florecen de enero a marzo, con una variedad pura de color rosa llamada 'Sherwood Pink' notable por sus distintivas flores en forma de urna.
El fruto de brezo de Invierno es una cápsula dehiscente única y multinuclear. Al madurar, se abre para liberar las abundantes semillas contenidas en su interior. La forma de esta cápsula es un óvalo alargado y su textura es típicamente seca y papirácea. El color cambia de un tono verdoso cuando es joven a marrón o beige a medida que envejece. Cada fruto mide aproximadamente de 3 a 6 mm de largo. Estos detalles clave hacen que el fruto de brezo de Invierno sea identificable y son especialmente interesantes por su eficiente mecanismo de dispersión de semillas.
El gardenia es una planta a menudo cultivada como ornamental, pero que también ha recibido un rol en la producción de tintes, pues sus frutos contienen crocetina, un compuesto utilizado para fabricar el color amarillo azafrán. Por su larga historia de cultivo en ese país, es frecuente hallarlo representado en pinturas y poemas chinos.
El potos es una planta resistente que requiere pocos cuidados, por lo que su cultivo ornamental está tan extendido. Increíblemente, esta planta trepadora puede alcanzar los 20 m de altura. Su floración natural es extremadamente rara. La última de la que se tiene constancia fue en 1964 en Singapur.
La tomate es una planta que produce como fruto el tomate. El fruto es comestible y se usaba ya en la antigüedad, en el tiempo de los aztecas. Cuando llegó al continente europeo en el siglo XVI, se creyó en un inicio que era una planta tóxica, por eso se usaba tan solo como planta ornamental.
El chile es una planta herbácea que fue llevada a Europa por los exploradores de la época. Se cultiva principalmente en huertos por su fruto alargado comestible llamado pimiento. Existen numerosas variedades que se diferencian en el color, desde verde hasta rojo, y en el sabor, que va de dulce a picante. El pimiento es apreciado en la cocina del mundo entero.
La monstera deliciosa es una de las plantas decorativas tropicales más populares gracias a la interesante forma de sus grandes hojas. Sus curiosas flores solo brotan cuando se cultiva en exteriores. Luego, dan paso a un fruto que asombrosamente puede tardar hasta un año en madurar. Sus raíces son fuertes y sirven para hacer cestas.
El curioso epíteto macrophylla hace referencia a las grandes hojas de la hortensia. Sin embargo, son sus imponentes flores lo que la han hecho ganar el aprecio de los amantes de la jardinería. Sorprendentemente, dependiendo del suelo varía el color de las flores, los suelos ácidos producen flores azules y los alcalinos flores rosas.