

Cómo identificar Malva (Malva moschata)
Malva se distingue por su exuberante crecimiento herbáceo que alcanza alturas de 2 a 3 pies (60 a 90 cm). Desde las axilas de sus hojas profundamente lobuladas, se despliegan llamativas y grandes flores rosadas en un delicado arreglo de cinco pétalos, cada una de aproximadamente 1.5 a 2 pulgadas (4 a 5 cm) de diámetro. Floreciendo profusamente desde principios del verano hasta el otoño, sus tallos y el envés de las hojas tienen un suave vello. Notablemente, cuando se observan de cerca, las flores emiten una fragancia sutil y almizclada.
El crecimiento herbáceo exuberante que alcanza de 2 a 3 pies (60 a 90 cm) distingue a malva.
Las grandes flores rosadas, de 1.5 a 2 pulgadas (4 a 5 cm) con cinco pétalos, florecen abundantemente desde principios del verano.
Las hojas profundamente lobuladas, de 3 a 4 pulgadas (7.6 a 10.2 cm) de ancho, tienen venación palmeada y lóbulos dentados.
Las flores emiten una suave fragancia almizclada, agregando a su apariencia distintiva.
Los estambres fusionados en una columna realzan la identificación de las flores en malva.
Las hojas de malva tienen venación palmeada, midiendo de 3 a 4 pulgadas (7.6 a 10.2 cm) de diámetro. Presentan lóbulos estrechamente dentados, que crean una apariencia distintiva y profundamente lobulada. Las hojas son típicamente redondeadas con una textura levemente áspera y un color verde vibrante. Las venas irradian desde un punto central, similar a los rayos de una rueda, proporcionando una apariencia estructurada y simétrica. Este patrón de venación y los lóbulos únicos y dentados son identificadores clave para las hojas de malva.
Las flores de malva miden aproximadamente 1.5 pulgadas (3.8 cm) de ancho, mostrando un delicado tono rosado. Cada flor tiene cinco pétalos en forma de cuña y dentados, que están dispuestos en un patrón simétrico. Los estambres están fusionados en una columna, lo que facilita su identificación. Estas flores emiten una fragancia suave y agradable y típicamente florecen desde finales de la primavera hasta mediados del verano, agregando un color vibrante a su entorno.
El gardenia es una planta a menudo cultivada como ornamental, pero que también ha recibido un rol en la producción de tintes, pues sus frutos contienen crocetina, un compuesto utilizado para fabricar el color amarillo azafrán. Por su larga historia de cultivo en ese país, es frecuente hallarlo representado en pinturas y poemas chinos.
El potos es una planta resistente que requiere pocos cuidados, por lo que su cultivo ornamental está tan extendido. Increíblemente, esta planta trepadora puede alcanzar los 20 m de altura. Su floración natural es extremadamente rara. La última de la que se tiene constancia fue en 1964 en Singapur.
La tomate es una planta que produce como fruto el tomate. El fruto es comestible y se usaba ya en la antigüedad, en el tiempo de los aztecas. Cuando llegó al continente europeo en el siglo XVI, se creyó en un inicio que era una planta tóxica, por eso se usaba tan solo como planta ornamental.
El chile es una planta herbácea que fue llevada a Europa por los exploradores de la época. Se cultiva principalmente en huertos por su fruto alargado comestible llamado pimiento. Existen numerosas variedades que se diferencian en el color, desde verde hasta rojo, y en el sabor, que va de dulce a picante. El pimiento es apreciado en la cocina del mundo entero.
La monstera deliciosa es una de las plantas decorativas tropicales más populares gracias a la interesante forma de sus grandes hojas. Sus curiosas flores solo brotan cuando se cultiva en exteriores. Luego, dan paso a un fruto que asombrosamente puede tardar hasta un año en madurar. Sus raíces son fuertes y sirven para hacer cestas.
El curioso epíteto macrophylla hace referencia a las grandes hojas de la hortensia. Sin embargo, son sus imponentes flores lo que la han hecho ganar el aprecio de los amantes de la jardinería. Sorprendentemente, dependiendo del suelo varía el color de las flores, los suelos ácidos producen flores azules y los alcalinos flores rosas.