Algodoncillo cuerno de antílope proviene de América del Norte, predominantemente en los Estados Unidos y el norte de México. Esta planta se considera una maleza debido a su tenaz capacidad para proliferar, lo que la convierte en un oponente difícil para los jardineros. Como la mayoría de las malas hierbas, algodoncillo cuerno de antílope exhibe un rápido crecimiento y reproducción, mostrando una notable aptitud para ocupar espacios y desplazar especies nativas. Sus vainas de semillas estallan, dispersando numerosas semillas que se encuentran en diferentes partes del jardín e incluso más allá, intensificando la propagación. Esta propagación descontrolada puede potencialmente sofocar otras plantas, causando daño al ecosistema del jardín. Además, algodoncillo cuerno de antílope tiene un sistema de raíces fuerte, lo que la hace difícil de erradicar una vez establecida, exacerbando el daño a los jardines. La principal forma en que esta planta se propaga es mediante semillas. Cuando están maduras, las vainas de semillas de algodoncillo cuerno de antílope se abren, liberando semillas equipadas con pelos sedosos llamados vilano. Llevadas por el viento, estas semillas pueden flotar a nuevos lugares, facilitando la amplia dispersión de la planta.