Floripondio ecuatoriano posee toxicidad moderada para los humanos, gatos y perros. Los síntomas incluyen alucinaciones visuales y auditivas, boca seca, debilidad muscular, aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, fiebre, pupilas dilatadas, confusión y convulsiones en los humanos. Los gatos y los perros pueden experimentar malestar gastrointestinal, confusión, debilidad muscular y graves signos neurológicos tras la ingestión. Se recomienda atención médica o veterinaria inmediata en caso de consumo accidental. (Las semillas son especialmente tóxicas.)