Este arbusto perenne, distinguido por su follaje denso y coriáceo, prospera con un mantenimiento mínimo. Para coprosma crassifolia, la poda debe realizarse en invierno, durante la dormancia, para mantener la forma y fomentar un crecimiento saludable. Dar forma ligera asegura que el arbusto se mantenga compacto. Eliminar ramas dañadas o abarrotadas promueve la circulación de aire, mejorando su resistencia. La poda regular también beneficia la producción de frutos y flores. Siempre utiliza herramientas limpias y afiladas para hacer cortes precisos y prevenir enfermedades.
Técnicas de poda