Chepil se origina en Asia Oriental, pero ha logrado infiltrarse en varias partes del mundo con sus características de maleza. Esta planta recibió su estatus de maleza debido a su tenacidad, adaptabilidad y efectos nocivos, especialmente en jardines. Lo que hace que chepil sea particularmente dañina es su capacidad para producir una gran cantidad de semillas, lo que le permite reproducirse a un ritmo extremadamente alto. Una vez que esta planta echa raíces, rápidamente toma control del área circundante, ahogando a otras plantas y privándolas de nutrientes y luz esenciales. Además, chepil es tóxico para el ganado si se ingiere, aumentando su impacto dañino tanto en la flora como en la fauna en las regiones invadidas. Además, es una planta resistente a las medidas estándar de control de malezas, lo que la convierte en un problema persistente para los jardineros. Chepil se propaga principalmente a través de sus semillas, que pueden ser fácilmente transportadas por el viento, el agua o incluso los animales que inadvertidamente ayudan en su proliferación.