Galio nórdico se origina en regiones del norte, abarcando América del Norte, Europa y Asia. A menudo se le etiqueta como una maleza debido a sus características robustas de supervivencia. Rápida para establecerse, se auto-siembra fácilmente y se propaga a través de un sistema radicular extenso. Sus fuertes habilidades de supervivencia, combinadas con su tendencia a formar matas densas y sofocantes, hacen que la planta sea una invasora dañina. Esta capacidad de dominar significa que puede comprometer seriamente la vitalidad de otras plantas en su jardín al monopolizar espacio, recursos y luz solar. Además, es difícil erradicarla completamente una vez que se arraiga, porque incluso pequeños fragmentos de raíz dejados en el suelo pueden brotar nuevas plantas. Al cultivar galio nórdico en su jardín, esté atento a su rápida propagación y tome medidas para controlarla cuando sea necesario. El principal modo de propagación es mediante la dispersión de semillas, y también puede propagarse a través de las raíces.