Myrciaria comprende árboles de tamaño pequeño a mediano, renombrados por sus densas y retorcidas ramas y sus exuberantes hojas brillantes. Adaptables, pero favoreciendo climas tropicales, estas plantas prosperan bajo condiciones cálidas y húmedas, a menudo floreciendo en el sotobosque de bosques más densos. Sus bayas, que van desde el púrpura hasta el negro, son distintivas, no solo por su intenso color, sino también por su dulce y aromático sabor, que es muy apreciado tanto fresco como en aplicaciones culinarias.