Nativa de Eurasia, fleo de los prados se ha introducido en todo el mundo como un pasto nutritivo para el forraje. Puede convertirse en una mala hierba en su área de origen y se considera invasiva en 16 países, incluidos los Estados Unidos, donde es definida como invasiva por cinco estados. Se propaga rápidamente a través de áreas perturbadas, incluidos campos abandonados y bordes de caminos, y rápidamente agota los nutrientes del suelo. Los aumentos de temperatura debido al cambio climático pueden permitir que fleo de los prados se propague y crezca más rápidamente. El pastoreo continuo, el arranque manual, la siega frecuente y la aplicación de herbicidas pueden reducir las invasiones de fleo de los prados. Sin embargo, puede ser difícil de controlar sin afectar negativamente a las especies nativas, por lo que la introducción de un competidor deseable puede ayudar a controlarla completamente con impactos mínimos.