

Cómo identificar Iris de bandera asiática (Iris laevigata)
Iris de bandera asiática exhibe hojas estrechas distintivas, graciosamente arqueadas, que pueden alcanzar hasta 28 pulgadas (70 cm) de largo. Produce flores elegantes, de color azul profundo a púrpura, con tres pétalos caídos contrastados por un conjunto de tres más pequeños y erguidos. Las flores aparecen en tallos altos, generalmente de 2 a 3 pies de altura (60 a 90 cm), y ofrecen un despliegue notable desde finales de la primavera hasta mediados del verano. La estructura rizomatosa de iris de bandera asiática le permite prosperar en condiciones húmedas, lo cual es notable entre las especies de iris.
Flores elegantes de color azul profundo a púrpura con 3 pétalos caídos y 3 más pequeños verticales.
Hojas estrechas y distintivas, graciosamente arqueadas, de hasta 28 pulgadas (70 cm) de largo.
Estructura rizomatosa que prospera en condiciones húmedas, única entre las especies de iris.
Flores vistosas con un vibrante tono púrpura, de 4 pulgadas (10 cm) de ancho.
Hojas en forma de correa, de 2 pies (60 cm) de largo, sin nervadura central notable, apariencia elegante.
Las hojas de iris de bandera asiática son estrechas, en forma de correa y erguidas, midiendo alrededor de 2 pies (60 cm) de largo. Estas hojas tienen bordes enteros (suaves, sin interrupciones) y son erectas en su hábito de crecimiento. A diferencia de muchos Iris, carecen de una nervadura central pronunciada, lo que contribuye a una apariencia elegante y aerodinámica. Las hojas son típicamente de un vibrante color verde, con una textura suave y sin un patrón de venas prominente, lo que las hace distintivamente elegantes y fáciles de identificar.
Las flores de iris de bandera asiática son vistosas y llamativas con un vibrante tono púrpura. Tienen un ancho de aproximadamente 4 pulgadas (10 cm), lo que las hace bastante prominentes en cualquier jardín. Cada flor consta de tres grandes caídas curvas hacia abajo y tres estándares más pequeños verticales, creando una apariencia distintiva y elegante. Estas flores emergen a finales de la primavera y se extienden hasta principios del verano, con una ocasional refloración en el otoño. Su presencia visualmente cautivadora es un punto destacado durante sus períodos de floración.
El gardenia es una planta a menudo cultivada como ornamental, pero que también ha recibido un rol en la producción de tintes, pues sus frutos contienen crocetina, un compuesto utilizado para fabricar el color amarillo azafrán. Por su larga historia de cultivo en ese país, es frecuente hallarlo representado en pinturas y poemas chinos.
El potos es una planta resistente que requiere pocos cuidados, por lo que su cultivo ornamental está tan extendido. Increíblemente, esta planta trepadora puede alcanzar los 20 m de altura. Su floración natural es extremadamente rara. La última de la que se tiene constancia fue en 1964 en Singapur.
La tomate es una planta que produce como fruto el tomate. El fruto es comestible y se usaba ya en la antigüedad, en el tiempo de los aztecas. Cuando llegó al continente europeo en el siglo XVI, se creyó en un inicio que era una planta tóxica, por eso se usaba tan solo como planta ornamental.
El chile es una planta herbácea que fue llevada a Europa por los exploradores de la época. Se cultiva principalmente en huertos por su fruto alargado comestible llamado pimiento. Existen numerosas variedades que se diferencian en el color, desde verde hasta rojo, y en el sabor, que va de dulce a picante. El pimiento es apreciado en la cocina del mundo entero.
La monstera deliciosa es una de las plantas decorativas tropicales más populares gracias a la interesante forma de sus grandes hojas. Sus curiosas flores solo brotan cuando se cultiva en exteriores. Luego, dan paso a un fruto que asombrosamente puede tardar hasta un año en madurar. Sus raíces son fuertes y sirven para hacer cestas.
El curioso epíteto macrophylla hace referencia a las grandes hojas de la hortensia. Sin embargo, son sus imponentes flores lo que la han hecho ganar el aprecio de los amantes de la jardinería. Sorprendentemente, dependiendo del suelo varía el color de las flores, los suelos ácidos producen flores azules y los alcalinos flores rosas.