

Cómo identificar Lárice (Larix decidua)
Lárice es una conífera majestuosa de gran tamaño que exhibe una silueta distintiva entre piramidal e irregular con la edad. Esta especie caducifolia cuenta con ramas horizontales colgantes que contribuyen a su estructura elegante. En su juventud, lárice presenta un contorno más delgado, que se vuelve más ecléctico en su forma a medida que madura. El árbol se caracteriza por sus conos y ramas marchitas que a menudo se mantienen adheridas, añadiendo carácter al árbol. Prefiere climas más frescos y muestra poca tolerancia a entornos cálidos y húmedos. Como árbol de gran tamaño, lárice es adecuado para espacios amplios, donde puede prosperar mejor con suficiente espacio para crecer.
Hojas tipo aguja de color verde brillante en racimos de 20 a 40, de 1 a 1.5 pulgadas (2.5 a 3.8 cm) de largo.
Corteza distintiva que transiciona de lisa y grisácea a rugosa, surcada y escamosa.
Conspicuos conos de conífera, de color marrón rojizo, con forma ovada a cónica, alrededor de 1.5 pulgadas (3.8 cm).
Silueta elegante, de piramidal a irregular, con ramas horizontales colgantes y tronco robusto y acanalado.
Cambio de color de las hojas a amarillo ámbar en otoño, añadiendo una característica estacional llamativa.
Lárice tiene hojas tipo aguja que generalmente miden de 1 a 1.5 pulgadas (2.5 a 3.8 cm) de largo. Estas agujas de color verde brillante crecen en racimos de 20 a 40 y exhiben una textura suave y flexible. Cada aguja es delgada y puntiaguda, con una superficie lisa. En otoño, las agujas se tornan de un color amarillo ámbar llamativo antes de caer de las ramas. Este cambio de color estacional es una característica distintiva.
Las flores de lárice son discretas y no constituyen la característica principal para su identificación. Son pequeñas y emergen temprano en la primavera. Las flores masculinas son de color verde amarillento, esféricas y miden alrededor de 0.2 pulgadas (5 mm) de diámetro. Las flores femeninas son rojizas o rosadas, más grandes, ovaladas, y alcanzan hasta 0.4 pulgadas (10 mm) de largo. Carecen de un olor notable y son polinizadas por el viento. El período de floración ocurre a finales de abril a principios de mayo.
El 'fruto' de lárice es en realidad un cono de conífera, que generalmente mide alrededor de 1.5 pulgadas (3.8 cm) de tamaño. Estos conos son característicamente marrón rojizo y poseen una textura distintiva debido a los pelos marrones que cubren su superficie. Su forma ovada a cónica puede ayudar en su identificación. Estos conos no son frutos carnosos, como los que se encuentran en muchas plantas, sino que sirven como las estructuras reproductivas mediante las cuales lárice dispersa sus semillas.
El gardenia es una planta a menudo cultivada como ornamental, pero que también ha recibido un rol en la producción de tintes, pues sus frutos contienen crocetina, un compuesto utilizado para fabricar el color amarillo azafrán. Por su larga historia de cultivo en ese país, es frecuente hallarlo representado en pinturas y poemas chinos.
El potos es una planta resistente que requiere pocos cuidados, por lo que su cultivo ornamental está tan extendido. Increíblemente, esta planta trepadora puede alcanzar los 20 m de altura. Su floración natural es extremadamente rara. La última de la que se tiene constancia fue en 1964 en Singapur.
La tomate es una planta que produce como fruto el tomate. El fruto es comestible y se usaba ya en la antigüedad, en el tiempo de los aztecas. Cuando llegó al continente europeo en el siglo XVI, se creyó en un inicio que era una planta tóxica, por eso se usaba tan solo como planta ornamental.
El chile es una planta herbácea que fue llevada a Europa por los exploradores de la época. Se cultiva principalmente en huertos por su fruto alargado comestible llamado pimiento. Existen numerosas variedades que se diferencian en el color, desde verde hasta rojo, y en el sabor, que va de dulce a picante. El pimiento es apreciado en la cocina del mundo entero.
La monstera deliciosa es una de las plantas decorativas tropicales más populares gracias a la interesante forma de sus grandes hojas. Sus curiosas flores solo brotan cuando se cultiva en exteriores. Luego, dan paso a un fruto que asombrosamente puede tardar hasta un año en madurar. Sus raíces son fuertes y sirven para hacer cestas.
El curioso epíteto macrophylla hace referencia a las grandes hojas de la hortensia. Sin embargo, son sus imponentes flores lo que la han hecho ganar el aprecio de los amantes de la jardinería. Sorprendentemente, dependiendo del suelo varía el color de las flores, los suelos ácidos producen flores azules y los alcalinos flores rosas.