

Cómo identificar Maackia amurensis (Maackia amurensis)
Maackia amurensis se distingue por su decorativa corteza que se desprende en tiras de color ámbar a marrón, lo cual le otorga una textura notable. En condiciones adecuadas, produce racimos de pequeñas flores blancas, similares a los guisantes, que contribuyen a su atractivo ornamental. El árbol prospera en ambientes de pleno sol a sombra parcial y es reconocido por su tolerancia a las condiciones urbanas, lo que lo convierte en una opción adecuada para el paisajismo urbano. Florece en suelos de humedad media, bien drenados, y muestra una adaptabilidad al no requerir condiciones extremas de suelo, aunque evita sitios excesivamente húmedos o secos. Con su tamaño moderado y elegante follaje, maackia amurensis es apreciado tanto por sus atributos visuales como prácticos en la jardinería.
Corteza que se desprende en tiras de color ámbar-marrón para una textura y atractivo visual únicos.
Hojas compuestas con 5-7 folíolos ovados, parte superior verde oscuro, venas prominentes.
Las hojas de maackia amurensis son compuestas, midiendo de 7.6 a 20.3 cm de longitud. Cada hoja comprende de 5 a 7 folíolos, que son ovados a elípticos en forma. Los folíolos miden típicamente de 5 a 7.6 cm de largo y de 2.5 a 5 cm de ancho, mostrando un color verde oscuro en el lado superior y un verde más claro en la parte inferior. La textura es suave, con una vena central y venas secundarias paralelas que son prominentemente visibles. Esta disposición pinnada es una característica clave de identificación.
Las flores de maackia amurensis son pequeñas, similares a los guisantes, y están dispuestas en una panícula que mide de 10 a 15 cm de longitud. Estas flores generalmente aparecen en racimos y tienen un aroma delicado y fragante. Las flores suelen ser blancas o color crema y presentan una textura suave y aterciopelada. Floreciendo a mediados o finales del verano, estas flores presentan una estructura única de cinco pétalos, característica de muchos miembros de la familia de las leguminosas. La apariencia general es ligera y aireada, añadiendo un encanto sutil a la planta.
El gardenia es una planta a menudo cultivada como ornamental, pero que también ha recibido un rol en la producción de tintes, pues sus frutos contienen crocetina, un compuesto utilizado para fabricar el color amarillo azafrán. Por su larga historia de cultivo en ese país, es frecuente hallarlo representado en pinturas y poemas chinos.
El potos es una planta resistente que requiere pocos cuidados, por lo que su cultivo ornamental está tan extendido. Increíblemente, esta planta trepadora puede alcanzar los 20 m de altura. Su floración natural es extremadamente rara. La última de la que se tiene constancia fue en 1964 en Singapur.
La tomate es una planta que produce como fruto el tomate. El fruto es comestible y se usaba ya en la antigüedad, en el tiempo de los aztecas. Cuando llegó al continente europeo en el siglo XVI, se creyó en un inicio que era una planta tóxica, por eso se usaba tan solo como planta ornamental.
El chile es una planta herbácea que fue llevada a Europa por los exploradores de la época. Se cultiva principalmente en huertos por su fruto alargado comestible llamado pimiento. Existen numerosas variedades que se diferencian en el color, desde verde hasta rojo, y en el sabor, que va de dulce a picante. El pimiento es apreciado en la cocina del mundo entero.
La monstera deliciosa es una de las plantas decorativas tropicales más populares gracias a la interesante forma de sus grandes hojas. Sus curiosas flores solo brotan cuando se cultiva en exteriores. Luego, dan paso a un fruto que asombrosamente puede tardar hasta un año en madurar. Sus raíces son fuertes y sirven para hacer cestas.
El curioso epíteto macrophylla hace referencia a las grandes hojas de la hortensia. Sin embargo, son sus imponentes flores lo que la han hecho ganar el aprecio de los amantes de la jardinería. Sorprendentemente, dependiendo del suelo varía el color de las flores, los suelos ácidos producen flores azules y los alcalinos flores rosas.