Avens blanco, comúnmente conocido como White avens, es una planta originaria de América del Norte. A menudo clasificada como una mala hierba, puede causar bastante molestia en los jardines debido a varias características típicas de las malezas. Una de sus características clave es su robustez y capacidad para sobrevivir y prosperar en diversas condiciones climáticas y tipos de suelo. La capacidad de esta planta para reproducirse es otro rasgo que la hace indomable; una sola planta es capaz de producir numerosas semillas y raíces fuertes que pueden crecer rápidamente en nuevas plantas. Esto hace que avens blanco sea difícil de controlar, especialmente dada su naturaleza persistente. En los jardines, puede superar la vegetación planificada, robando a otras plantas nutrientes esenciales, luz solar y espacio. Además, su rápida propagación se convierte en un problema cuando invade hábitats naturales, perturbando los ecosistemas al competir con plantas nativas. Principalmente, avens blanco se propaga a través de semillas, que pueden desarrollarse en nuevas plantas una vez que entran en contacto con el suelo, o son llevadas por el viento, el agua o la vida silvestre a nuevos lugares. La omnipresencia y adaptabilidad de esta planta hacen que su erradicación sea difícil y laboriosa.