Rosas, olmos, moreras, ortigas y afines abarca un amplio grupo de plantas con flores, que se distinguen principalmente por sus dos hojas cotiledonales que fomentan un crecimiento temprano y la absorción de nutrientes. Estas plantas se adaptan a diversos entornos, desde los húmedos trópicos hasta las frías montañas, exhibiendo formas diversas como magníficos árboles o delicadas cubiertas del suelo. Sus variadas estructuras florales, cruciales para la reproducción, son a menudo vívidas y atraen a numerosos polinizadores, ayudando en su distribución generalizada y éxito ecológico.