Haz una foto para identificar la planta al instante, obteniendo información rápida sobre prevención de enfermedades, tratamientos, toxicidad, cuidados, usos, simbolismo, etc.
Clemátide se puede podar antes de que florezca o entre finales de invierno y principios de primavera. Elimina las ramas marchitas o débiles antes de la floración para evitar el consumo excesivo de nutrientes. Para lograr una mejor concentración de los nutrientes y obtener flores más bonitas, se recomienda podar algunas ramas, incluso si estas están creciendo sin problema. Evita podar la planta demasiado en verano, porque en climas cálidos, tener más hojas favorece la evapotranspiración y mantiene la circulación normal del agua. Poda clemátide entre finales de invierno y principios de primavera (sobre todo aquellas variedades que tardan en florecer) para estimular el desarrollo de nuevas ramas, fomentar el crecimiento de la planta y permitir que, al año siguiente, adquiera una forma más atractiva. Por ejemplo, poda la planta a un tercio de su altura original. No podes en exceso aquellas variedades que florecen pronto. Se recomienda podar la mitad de las ramas y dejar solo las gruesas. Al podarla de esta manera, clemátide tendrá un período de floración más largo y, con el paso de los años, echará más ramas y, por consiguiente, más flores. Puedes aplicar este método a todas las variedades de clemátide, incluidas aquellas que no sepas bien cómo podar. Tras realizar la poda, clemátide tiende a finalizar su período de reposo vegetativo y comienza a crecer. Si el clima no es el adecuado para que crezcan nuevas ramas, se recomienda posponer la poda.
Identifica plantas al instante con una foto
Haz una foto para identificar la planta al instante, obteniendo información rápida sobre prevención de enfermedades, tratamientos, toxicidad, cuidados, usos, simbolismo, etc.