Golondrina, una especie bien adaptada, disfruta de una amplia distribución que abarca múltiples regiones. Originaria de América Central y del Sur, golondrina ha sido introducida en varios continentes, incluidos Asia, África, Oceanía y esporádicamente en América del Norte. En su rango de introducción, se piensa que golondrina a veces es motivo de preocupación, especialmente en ciertas áreas de África donde su proliferación puede tener un impacto en los ecosistemas locales. A pesar de esto, golondrina no se cultiva típicamente y su influencia ecológica sigue siendo objeto de observación en lugar de alarma.

Golondrina es ligeramente tóxico para los niños, causando náuseas, vómitos y diarrea si se ingieren hojas crudas. Las hojas contienen extracto de E. hirta, con toxicidad que ocurre alrededor de 5 g por cada 1 kg de peso corporal. Aunque es seguro para los adultos, se debe tener cuidado alrededor de los niños.

Originaria de América del Sur, golondrina se ha propagado en regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, incluidos países de África, Asia y Oceanía. En los países europeos, se ha registrado en Rusia. Es una maleza potente debido a su rápida propagación; las flores aparecen cuando la planta es muy joven y las semillas brotan casi instantáneamente después de la maduración, sin período de latencia. Por eso, la población de golondrina puede aumentar rápidamente en un corto período de tiempo. La savia de la planta contiene látex, que es un irritante, causando dermatitis de contacto, especialmente problemática para los ojos, y envenenamiento de baja gravedad si se ingiere. Los síntomas son digestivos e incluyen náuseas y vómitos. Se deben usar guantes protectores al eliminar la planta.

La mejor estación para eliminar golondrina es durante la temporada seca, específicamente antes de que comience a florecer y disperse semillas. A continuación, se presentan los métodos efectivos para controlar esta planta: