Mostaza blanca proviene de la región mediterránea. Como maleza, tiene ciertas características que la hacen dañina, especialmente para los jardines. Mostaza blanca crece rápidamente, produciendo un alto rendimiento de semillas que pueden apoderarse de los recursos de otras plantas. Es particularmente dañina porque alberga plagas y enfermedades como áfidos, escarabajos pulga y hongos, lo que supone amenazas para las plantas cercanas. Detectar mostaza blanca en su jardín es relativamente fácil; busque flores amarillas brillantes, hojas grandes lobuladas y semillas redondas en una vaina larga y delgada. La planta prospera en varios tipos de suelo y climas, lo que la convierte en una competidora para otras plantas por la supervivencia. Su principal modo de propagación es a través de sus semillas, llevadas por el viento o la vida silvestre, o dispersadas involuntariamente por actividades humanas. Es necesario implementar métodos de control adecuados para prevenir su crecimiento excesivo y proteger a las demás plantas del jardín.