El rosa de Provenza tiene una fuerte capacidad de germinación y crece abundantemente. Si no se poda a tiempo y correctamente en condiciones cálidas, húmedas, de poca luz o mal ventiladas, atraerá enfermedades y plagas. Tras la primera floración, la planta debería podarse ligeramente. Corta pronto las flores marchitas y las ramas delgadas y cruzadas, dejando solo ramas fuertes y jóvenes. Durante la dormancia del invierno, se recomienda una poda cuidadosa.
En el caso de las enredaderas, mantén las ramas principales en un largo de 2 a 3 m y corta el resto. En el caso de plantas de arbusto, corta 1 cm por encima de los capullos completos, poda la planta entera a un tercio de su altura original y deja 4-6 ramas más gruesas, a la vez que te aseguras de que la forma general de tu planta se ajusta a la apariencia que deseas.